Pues eso, cuatro hiperbreves escritos antes de dormir, o cuando la inspiración me pega un puño.
Balanza
Mataba a tanta gente en sus ficciones a diario que, para compensar, decidió perdonar la vida a las hormigas del cuarto de baño.
Terror
- Todo el mundo teme algo - insistió él por encima de la carpeta blanca.
- ¿Qué temes tú? - preguntó la mujer con aire ausente.
- Muchas cosas - musitó él - Perder mis recuerdos, por ejemplo. ¿Qué hay de ti? - volvió a preguntar tras una breve pausa.
-Temo poder volverme loca y darme cuenta de ello - dijo en un susurro.
Por un momento, la mirada de él se nubló por las lágrimas. Cada vez se le hacía más difícil verla atada a la camisa de fuerza cuando la visitaba.
Sueño
Ven, ven a mí. Te estoy esperando. No puedo vivir sin ti.
Paso las horas esperándote, segura de que, al fin, vas a acudir a mi lado. Pero no lo haces, y lloro de desesperación y cansancio. No puedo pensar, no puedo comer, si no vienes a mí.
El mundo se vuelve un lugar borroso, oscuro y confuso mientras te espero. Y repito, una y otra vez, en un susurro lastimero: ven a mí, por favor. Lo único que necesito es dormir un poco.
Cadena alimentaria
Me hice un bolso con la piel, adorné mis zapatos con su lustroso pelo, elaboré un collar de cuentas con pendientes a juego con sus dientes, y un móvil que repiqueteaba al ritmo del viento con sus huesos.
La carne, se la eché a los cerdos; no iba a desperdiciar a un humano entero solo para beberme su sangre.
Steampunk
Hartos del tiempo, destrozaron los relojes. Con lo que salió de su interior decoraron la fiesta.
Tiempo
Cancelaron el ayer, así que, a partir de ahora, tendremos el doble de trabajo.
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